Descripción
La cigala o Nephrops norvegicus es un crustáceo decápodo de tamaño medio, muy apreciado en gastronomía debido a la suavidad y sabor delicado de su carne. Puede alcanzar una longitud de 15-30 cm, con 20-600 g de peso. Se trata de un marisco de hábitos nocturnos que se alimenta de moluscos bivalvos, anélidos y peces muertos, que tritura utilizando sus dos pinzas más desarrolladas.
Posee un cuerpo alargado y delgado, con un exoesqueleto con costillas y espinas. Su cabeza es alargada con dos ojos de color oscuro y sobresalientes. De sus cinco pares de patas, el más cercano a la cabeza ha evolucionado hasta convertirse en pinzas, finas, largas y de grosor desigual. El segundo y tercer par también las presentan, pero de muy reducidas dimensiones.
Las cigalas presentan gran contenido de vitamina A, que ayuda al desarrollo de los huesos, los dientes, los tejidos blandos, las mucosas y la piel; a la formación de la retina, por lo que se conoce también como retinol. Contribuye además a la prevención de enfermedades infecciosas, especialmente del aparato respiratorio. Destaca, además, su contenido en vitamina B9, conocida como ácido fólico. En cuanto a los minerales, proporcionan un gran aporte en potasio, sodio y calcio.